La melamina es un tablero de partículas de madera revestido en ambos lados por sendas hojas de papel decorativo, impregnadas de resina a base de melamina, de ahí su nombre. Durante el proceso, denominado “ennoblecimiento”, en que se fijan las dos hojas mediante una plancha, el tablero adquiere las características estéticas y táctiles elegidas. En esta fase se imprimen los dibujos y relieves de la madera o el cemento que se va a reproducir para obtener aquellos efectos tan de moda y seguir así las tendencias del mobiliario a precio asequible. La melamina es, de hecho, económica y bonita: es fácil y rápida de trabajar, con superficies ya “acabadas” que no requieren pintura; y los papeles decorativos son cada vez más realistas, además de ser duros y resistentes a los arañazos y a los disolventes, algo muy apreciado en la vida cotidiana de la cocina.